El otro día una alumna terminó un mensaje de dudas con
un besito profe.
Contexto:
Yo había estado enferma y la alumna lo sabía.
La alumna es mayor de 30 años.
Seguramente hay a quien le hayan saltado las alarmas.
O le haya causado pudor.
A mí me calentó un poquito el corazoncito.
También me causó extrañeza.
Y que me extrañe una muestra explícita de cariño me dejó pensando.
¿Desde cuándo los profes en educación para adultos tenemos que ser fríos y distantes?
¿La ausencia de emoción nos hace más profesionales?
¿Hay miedo a ser iguales frente a los alumnos?
Por otra parte, también los alumnos suelen poner distancia con los profesores, y más en la docencia online.
Ponemos distancia cuando sobre adjetivamos y usamos frases muy complicadas. Cuando usamos fórmulas quijotescas para preguntar una duda de algo que ya es complicado de por sí.
Cuanto más complicada sea la redacción de un alumno, más motivos para respirar hondo y contestar con frases cortas, sencillas, bien puntuadas.
Demostrar con el ejemplo.
Casi siempre, la respuesta del alumno será más relajada.
Luego se relajan tanto que te mandan besitos, o terminan la videollamada con un “te quiero” como cuando en clase llamabas mamá a la profe. Es normal que ocurra, sobre todo con aquellas personas que hablamos y tratamos todos los días. Es un síntoma de que hemos conseguido romper el muro infranqueable del profesor que da miedo a los alumnos.
Cuanto más pregunten y más se atrevan, mejor podemos ayudarles. Darles miedo nos da menos trabajo y nos evita preguntas difíciles. Dar miedo es un poco de vagos.
Como alumna, cuando un profe o un conferenciante me intimida, me recuerdo que estoy allí para aprender.
Que tengo la oportunidad de preguntarle a alguien que sabe más que yo.
No me tengo que medir con nadie. No tengo que demostrarle nada.
Solo tengo que extraer información que me sirva de esa persona.
Me recuerdo lo mismo que les digo a mis alumnos:
No hay duda tonta
En todo caso, hay dudas que igual deberías saber ya si hubieses estudiado tu lección, o si hubieses escuchado atentamente en la conferencia.
Pero todos tenemos deslices, se nos escapan cosas o saltamos una línea de vez en cuando.
En resumen: Ante la duda, siempre pregunta.
Y ser una persona cariñosa o amable no te hace peor con nadie.
✨ Con mucho cariño, he maquetado un libro ilustrado sobre etimología y el latín.
🎧 Si no te apetece leer, puedes escuchar la entrevista que hicimos a la autora.